Mis herramientas para continuar. Cómo afrontar las situaciones adversas
Consejos para ser más resilientes
Para avanzar en la resiliencia hay una serie de acciones y actitudes que practicar para hacerlas nuestras y que formen parte de nosotros. Debemos conseguir tener las siguientes herramientas.
Practicar el optimismo
Trata de ver el lado positivo de las cosas, creyendo que las cosas pueden mejorar, incluso cuando enfrentes a problemas o dificultades.
Recordar tus logros y éxitos
Piensa en todas las veces en que lograste algo bien. Te ayudará a sentirte más fuerte y capaz cuando te enfrentes a desafíos.
Reescribir tu vida
Imagina cómo quieres que sea tu vida en el futuro y trabaja para lograrlo, incluso si hay obstáculos o dificultades en el camino.
Apoyarte en los demás
Pide ayuda y comparte tus sentimientos con las personas que te importan. No tienes que enfrentarte a todo solo.
No personalizar los fracasos
Cuando algo no sale como esperabas, no pienses que es tu culpa. A veces, las cosas no dependen solo de ti.
Apoyar a los demás
Ayudar a otros te hace sentir bien y también crea conexiones fuertes. Puedes dar ánimo y ser un buen amigo.
Gestionar el estrés
Encuentra maneras de relajarte, como respirar profundamente o hacer algo que te guste, para sentirte mejor cuando sientes agobio.
Salir de tu zona de confort
A veces, probar cosas nuevas puede ser emocionante. Te ayuda a aprender y crecer.
Actividad 1
Lee cuidadosamente cada pregunta y selecciona la opción correcta.
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Escucha o lee
Escucha o lee la siguiente historia.
Lectura facilitada
Lucas estaba decidido a aprender a montar en bicicleta. Desde que vio a su vecino Pedro pedalear velozmente por el vecindario, Lucas anhelaba sentir la emoción de recorrer las calles sobre dos ruedas. Sin embargo, cada vez que intentaba montar en su bicicleta, terminaba cayendo al suelo.
Lucas no se daba por vencido fácilmente, pero, a medida que pasaban los días, su frustración crecía. Intentó de todas las maneras posibles, pero parecía que el equilibrio se resistía a él. Cada vez que fallaba, Lucas se sentía desanimado y triste. Se preguntaba por qué no podía hacerlo como su vecino y comenzó a pensar que simplemente no era lo suficientemente bueno.
Un día, su hermana mayor, Martina, lo encontró sentado en el porche, desanimado. Ella sabía lo mucho que Lucas quería aprender a montar en bicicleta y decidió acercarse para hablar con él. Martina le preguntó: “¿Por qué te sientes tan mal, Lucas? ¿Por qué no sigues intentándolo?”.
Lucas respondió con tristeza: “Es que siempre fracaso, Martina. Me caigo una y otra vez, y nunca puedo mantener el equilibrio. Creo que simplemente no sirvo para esto”.
Martina le dio una sonrisa y dijo: “No te rindas tan rápido, hermanito. Todos enfrentamos dificultades cuando aprendemos algo nuevo. Lo importante es no dejar que los errores nos detengan, sino aprender de ellos. ¿Sabes qué? Puedo darte un consejo que te ayudará”.
Intrigado, Lucas miró a su hermana y preguntó: “¿Cuál es ese consejo, Martina?”.
Martina le explicó: “Cuando intentes montar en bicicleta nuevamente, no te concentres en lo que haces mal. En lugar de eso, enfócate en lo que haces bien. Observa tus logros, aunque sean pequeños. Si te mantienes enfocado en tus avances, estarás más motivado para seguir intentándolo”.
Lucas se quedó pensativo y decidió seguir el consejo de su hermana. Al día siguiente, se acercó a su bicicleta con una nueva actitud. Cada vez que pedaleaba, se esforzaba en mantener el equilibrio. Y, aunque aún se caía algunas veces, celebraba cada segundo que lograba mantenerse sobre las dos ruedas.
Con el tiempo, Lucas se dio cuenta de que, al aprender de sus errores, estaba progresando. Poco a poco, su equilibrio mejoró y finalmente logró montar en bicicleta sin caerse. ¡Estaba emocionado y orgulloso de sí mismo!
Desde entonces, Lucas aprendió una lección importante: que los errores son oportunidades para crecer y mejorar. Se dio cuenta de que no importa cuántas veces fracasemos, lo que importa es que aprendamos de nuestros errores y sigamos adelante con valentía y determinación. Con esta nueva mentalidad, Lucas se enfrentó a cada desafío con una sonrisa, sabiendo que estaba listo para aprender y crecer cada día más. Y así, con perseverancia y aprendizaje, Lucas disfrutó de muchas aventuras en su bicicleta, sintiendo que podía conquistar el mundo a cada pedalada.
Actividad 3
Duración:
5 minutos.
Agrupamiento:
gran grupo.
Piensa en algo que quieres conseguir, pero que siempre planteas de la misma forma y te hace sentir mal, al que no aplicas resiliencia.
Escríbelo.
Compártelo en gran grupo.
Anota las ideas que te dan y son supervisadas por el docente. Prueba a llevarlas a cabo y, si se produce ese cambio, llega al aula y compártelo. Si no se produce el cambio, sigue buscando. Nadie está entero antes de haberse hecho pedazos.
Actividad 4
Visualiza el siguiente vídeo y responde a la pregunta.
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Recuerda que cada uno de nosotros es único y especial. Aprender a ser resilientes nos ayuda a ser más fuertes y seguros de nosotros mismos. ¡Superarnos día a día es un gran logro!
¡Sé valiente y persevera en tu camino hacia la superación personal!