Pienso antes de actuar
Todas las personas tenemos que tomar decisiones cada día; desde elegir la comida hasta decidir qué decir en determinadas situaciones, qué hacer con los estudios, las amistades, la ropa, los gustos, etc. Para todo tenemos que tomar decisiones.
Pero ¿qué es tomar una decisión? Es el proceso que nos permite elegir entre varias opciones; se activa cuando hay que resolver un conflicto o una situación que requiere de una acción concreta. Y, para poder tomar una decisión acertada y correcta, es fundamental pensar antes de actuar.
A veces, no todas las decisiones que tomamos son acertadas; por eso, los errores forman parte de nuestro aprendizaje. Esto ocurre porque las personas recordamos mejor los errores que los aciertos. Los primeros son una oportunidad para aprender y mejorar porque nos ayudan a corregirlos y a ser más resilientes.
El fracaso es la clave del éxito; cada error nos enseña algo.
Morihei Ueshiba
Ante un error nos paramos a reflexionar y a revisar lo ocurrido; ante los aciertos no tenemos nada que hacer porque ya está bien hecho. Los errores ayudan al desarrollo de nuestra autonomía.
Tenemos que equivocarnos por nosotros mismos. Si dejamos que otras personas tomen siempre las decisiones por nosotros, nuestro pensamiento crítico y nuestra capacidad de elección no se desarrollarán correctamente. Por el contrario, si tenemos la necesidad de elegir, pondremos en marcha una serie de criterios para valorar las opciones. De esta forma, conseguiremos ser más autónomos.
Y tú, ¿cómo actúas cuando te equivocas? Es importante que observemos nuestros comportamientos cuando cometemos un error. También que analicemos cuál es nuestra capacidad para corregir y mejorar o si, por el contrario, simplemente nos frustramos, nos enfadamos y no hacemos nada para remediarlo.
La resiliencia es la capacidad que tenemos para poder aprender y superar los contratiempos. Podemos ser muy resilientes o poco resilientes. Por ejemplo, si tenemos una dificultad en nuestra vida podemos tomar dos caminos: dejarnos dominar por el problema y rendirnos o creer que somos capaces de salir adelante, aunque no sea fácil.