La empatía
La empatía nos permite reconocer y entender las emociones ajenas e incluso las razones que explican sus comportamientos (por qué se comportan así y no de otra manera).
Si se emplea bien, es un arma contra la violencia. ¿Quién sería violento si es capaz de ponerse en el lugar del otro y puede sentir “en su propia piel” las posibles consecuencias de sus actos?
Las personas empáticas se caracterizan por:
Ser buenos observadores
Se fijan en las emociones de los demás y diferencian unas de otras.
Interpretar y comprender
de forma muy eficaz las necesidades de los demás.
Ponerse en el lugar del otro
sin esfuerzo, siendo respetuosos y tolerantes.
Entender que cada persona es diferente
y que esa diferencia nos enriquece.
Saber escuchar
Ejercen una escucha activa, mostrando:
- Una actitud de respeto hacia la persona que habla, aunque su mensaje parezca irritante o aburrido.
- Una mentalidad abierta, dispuesta a escuchar y a intentar comprender lo que dice la otra persona.
- Una consideración con la persona que habla, ya que merece atención.
Ser capaz de comunicarse de forma efectiva,
recibiendo los mensajes con precisión, iniciando y manteniendo conversaciones, expresándonos con claridad, demostrando que los demás son comprendidos y compartiendo emociones.