Necesitamos un árbitro
Es el momento de explorar las posibilidades de la mediación como herramienta eficaz para abordar los conflictos. En cualquier deporte existe un árbitro imparcial, que ayuda a los equipos y vela por el cumplimiento de las normas y la resolución pacífica del partido. El árbitro es un mediador, la persona que utiliza la mediación para solucionar los problemas que pueda haber.
Algo parecido debería ocurrir cuando un conflicto se complica. La mediación es una estrategia para resolver de forma pacífica los conflictos a través del diálogo. Cuando existe un conflicto, la mediación busca que las personas se sienten juntas voluntariamente con una tercera persona neutral, el mediador o mediadora.
El objetivo es hablar de su problema e intentar llegar a un acuerdo que satisfaga a todos de una forma positiva y colaborativa. Es una negociación facilitada. Quien media en el conflicto no lo juzga, solo facilita la resolución conforme a la voluntad de las partes.
Por eso, es muy importante aprender a comunicarnos abierta y honestamente, escuchar activamente a los demás y practicar la empatía; nos permitirá comprender diferentes perspectivas y encontrar soluciones equitativas. Es importante buscar soluciones que tengan en cuenta a las partes enfrentadas.
Al aplicar habilidades como respeto, tolerancia y asertividad, contribuimos a un ambiente más saludable, donde se valora la diversidad y se busca el entendimiento mutuo.
Escucha con atención esta canción de Carlos Baute.
Según el diccionario de la RAE, la empatía es la capacidad de identificarse con alguien o algo y compartir sus sentimientos.
Cualidad que mueve a dar a cada quien lo que merece sin exceder o disminuir. Justicia, imparcialidad en un trato o un reparto. Tratar a todas las personas por igual respetando y teniendo en cuenta sus diferencias y cualidades.
Habilidad que permite a las personas expresar de manera adecuada, sin hostilidad ni agresividad, sus emociones frente a otra persona.