Intolerancia
Somos tolerantes cuando aceptamos las ideas, formas de pensamiento y comportamiento de las demás personas. Las personas somos diferentes y diversas, y la tolerancia es aceptar esta diferencia y diversidad.
En el lado opuesta se sitúa la intolerancia. A lo largo de la historia ha habido muchos ejemplos de personas que han llevado la intolerancia al extremo. No solo han discriminado a las personas por su religión, etnia, nacionalidad, raza, color, ascendencia, género, orientación sexual, etc., sino que han invitado a toda la sociedad a discriminar a estas personas e incluso a ejercer el odio y la violencia contra ellas. Esto es lo que conocemos como un discurso de odio. Un ejemplo histórico fue Adolf Hitler (1889-1945), el dictador alemán. Fue conocido por su racismo y odio hacia los judíos, ordenando asesinatos masivos en el Holocausto.
Actualmente, se están difundiendo discursos similares. La intolerancia surge de prejuicios y estereotipos que limitan la posibilidad de conocer a otros grupos.
- Los prejuicios son juicios previos negativos sobre algo o alguien desconocido,
- Los estereotipos son ideas aceptadas, pero no siempre verdaderas.
Ambos impiden comprender a personas de diferentes sexos, países o culturas. Debemos cuestionar y superar estos prejuicios y estereotipos.
Los prejuicios son ideas que tenemos sobre personas o cosas sin conocerlas realmente, y a veces pueden ser injustos o equivocados.
Los estereotipos son ideas preconcebidas sobre cómo son o deben ser las personas debido a su género, apariencia o grupo al que pertenecen.